Hace unos
días desgraciadamente rompí un hueso mientras entrenaba. Acudí a urgencias y tras
escayolarme e inmovilizarme la mano derecha, me derivaron días después al
traumatólogo. Una vez allí, en una de esas tristes salas de espera en las que
uno pasa el tiempo y no puede hacer otra cosa más que estar en silencio o
intentar adivinar la causa del accidente o lesión de los que te rodean, una
entrañable señora de unos 60 años se dirige muy risueña hacia a mí y dice:
“Bienvenida al club” – Vacila, mientras levanta su mano izquierda que
curiosamente estaba escayolada igual que la mía. Tras entrar en una
conversación iniciada por la empatía de nuestra dolencia y la llamada repentina
de la enfermera por mi nombre, caminaba rezando no estar 6 semanas con aquel
artificio del demonio en la mano, al igual que la alegre señora, mientras yo
entraba en la consulta del Doctor.
Después de
la entrevista de protocolo y fantástico visionado de las radiografías en
ordenador, gracias a las nuevas tecnologías, concluyó con un: “Escayolada 6
semanas, y te pasas de nuevo por aquí.” Así, sin más. A este problema le doy
esta solución. Para esta comida esta receta. Para esta lesión, solo existe este
tratamiento... ¿Dónde está el principio de individualización? ¿Dónde se
respetan las características de las personas? ¿Dónde aparecen las diferencias
por edad, sexo, personas activas o no, deportistas o no, o con patologías?
¿Acaso ante
esta misma lesión se debe tratar igual a un hombre que a una mujer, a los 7 que
a los 25 que a los 60 años? ¿Se debe aplicar la misma regla a un practicante de
un deporte escolar, que a un deportista federado o que a un deportista de élite?
El objetivo
actual en la sanidad es el de solucionar el problema, cuando debería ser el
solucionar el problema de la mejor manera posible para el paciente. Y para ello
los médicos precisan de una ayuda, de una articulación entre los profesionales
del deporte, los graduados de la actividad física y el deporte y los
fisioterapeutas. Porque los médicos ya tienen suficiente con lo suyo como para
realizar un seguimiento, entrenamiento o rehabilitación con sus pacientes. Para
eso existen estos otros especialistas que realizan esa función y que en la
actualidad apenas aparece este tipo de trabajo conjunto por la mejora de la
calidad en la Sanidad.
Al igual que
en una rodilla, para su perfecto funcionamiento deben existir unas superficies articulares, con sus
cartílagos, meniscos, rótula, ligamentos, tendones, etc… un trabajo conjunto de
todas las partes.
En este caso
se precisa de una nueva articulación entre estos profesionales y un trabajo en
equipo por parte de la Sanidad entre médicos, fisioterapeutas y los graduados
en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Y lo que es fundamental; que
asegura que estas intervenciones perduren en el tiempo y por lo tanto evitan un
mayor gasto en Sanidad.
Esto no
soluciona el panorama actual de crisis, pero sí mejora y soluciona la calidad
de vida de las personas.
Si hace un año fui por un problema de espalda (lesión por estress deportivo por karate) y el medico con sus dos cojones me dijo:
ResponderEliminar-bueno tu que te dedicas al deporte ya sabes lo que toca ... a nadar.
y mi respuesta me salio del alma:
-Estas de coña ¿no? ¿yo en una piscina? flipas...
jajaja
se quedo cuajao...pero es q me salio del alma del cabreo de que "receten" deporte
Yo siempre lo que hago es pedir los papeles, ver el diagnostico y pasar de ellos, con el diagnostico ya me busco yo la rehabilitación.
(es muy jodido lo del brazo?)